19 Ene Apuesta por ti misma. Una entrevista con Silvia Adriasola

El pasado año, en el mes de marzo tuvo lugar el ciclo “Mujeres y Economía”, cuatro conferencias y mesas redondas y una sesión de cine forum, en las que participaron profesionales de diferentes ámbitos de la economía española y que aportaron interesantes reflexiones sobre la situación de la mujer en la sociedad actual.

Como continuación de ese ciclo, este año se ha puesto en marcha la “Escuela de Talento Femenino”, con vocación de continuidad en la programación del Centro de Emprendedores. La primera actividad de esta escuela es  “20 Mujeres. 20 Horas. 20 Líderes” un curso que, a lo largo de 5 viernes consecutivos, en horario de 16 a 20 h., impartirá Silvia Adriasola, Coach experta en Liderazgo Femenino.

Silvia es, tal y como se define en su blog www.silviaadriasola.com, “una mujer apasionada por el desarrollo humano y experta en facilitar procesos de empoderamiento…. En un mundo de desigualdades, trabajar el empoderamiento personal es la llave de oro para promover un cambio global positivo”

Silvia, ¿Qué te llevó a especializarte en talento femenino?

En un inicio partió de un interés personal. Siempre me ha motivado el tema de la equidad y la justicia, y veía demasiada injusticia, y en especial la realidad que vive la mujer en todos los ámbitos. Más tarde observé que todas mis clientas carecían de lo mismo: seguridad y empoderamiento para manejar sus vidas. Detecté una necesidad que no variaba en la medida que variaban otros parámetros, era un factor común independientemente del nivel económico, formación, edad o nacionalidad; todas ellas mostraban dudas sobre su seguridad, su capacidad, un tipo de dialogo interno que la devaluaba a sí mismas… En definitiva, o er (sólo) una realidad personal, sino producto de un efecto social, el peso de los estereotipos de género.

Y esa carencia, ¿es consecuencia de una actitud femenina o resultante de la influencia del entorno?

¿Qué dirías que fue primero? La educación es una construcción social que nos enseña a ser hombres y mujeres, como debemos comportarnos, pensar, sentir en función del género, otorgando unos atributos u otros de manera sesgada. ser consciente de ello y de su impacto en nuestra  personalidad, emociones, en las decisiones que tomamos o como guiamos nuestra vida… no es fácil. En general, a las mujeres no se nos educa para liderar, según avanzas en las escalas de poder (de todo tipo), menos mujeres encuentras.  En definitiva, es una interacción entre la personalidad individual y la educación recibida. Y si me apuras, pesa más la educación y el estímulo recibido a la hora de asumir retos y moverse con actitudes de liderazgo que los factores de personalidad.

Por ejemplo, en una investigación con alumnado de primaria, del pasado año, vieron que las niñas, a partir de los seis años, subestiman su propio género. En el experimento que se hizo contaban dos historias sin decir el género del protagonistas, uno de los relatos contenía palabras tales como éxito y triunfo mientras que en el otro las palabras eran más moderadas, de menor impacto. Cuando les pidieron que identificaran el sexo de los protagonistas de las historias, la que tenía los adjetivos de éxito y las palabras más potentes, la adjudicaban a niños. Así pues, vemos que a partir de los seis años aprenden a subestimar su propio género, a construir expectativas menores. Son muchos los mensajes que de forma sutil reciben en la familia, medios de comunicación, entre ellas mismas y que les lleva a perpetuar los roles y menospreciar sus propias capacidades.

¿Son las mujeres mejores líderes? ¿Qué diferencia el liderazgo femenino del masculino?

En mi opinión, no necesariamente. Aunque si es cierto que las mujeres han sido educadas para estar más centradas en las personas, con mayor atención en las emociones y sentimientos, que invierte mucho más tiempo en tareas de  “cuidadoras” y desarrollan las cualidades de un liderazgo transformacional centrado en las personas. Ala hora de ejercerlo en los entornos profesionales, como dice Sara Berbel, “mala si lo haces, peor si no lo haces”, tienen dificultades en llevarlo adelante, si transmiten emoción, pueden ser tachadas de “débiles, blandas”.. si ocultan la emoción  “fías y distantes”.  En definitiva, que las propias mujeres deseen ocupar esos puestos de liderazgo y defiendan un estilo propio, sin necesidad de copiar modelos masculinos y libres de esterotipos, sería lo extraordinario.

El día 26 de enero comienza el curso “20 Mujeres. 20 Horas. 20 Líderes” ¿Qué va a aportar este curso?

Este es un curso orientado a ponernos en acción y al crecimiento personal y profesional. La acción es la que nos cambia. Trabajaremos juntas enfocadas en el objetivo/meta que cada una traiga y encauzarlo hacia su realización, y en ese proceso, aprenderán sobre si mismas y del grupo. Vamos a aportarles recursos y herramientas, guiarlas en el proceso y afrontar los obstáculos que aparezcan, sean internos ( dudas, miedos, inseguridades, falta de confianza, ) como externos ( tiempo, redes, planificación etc).

Y será fundamental que al finalizar el curso, hayan aumentado la confianza en si mismas, la actitud positiva como elemento esencial de cualquier progreso personal , posean un kit de herramientas para usar en el futuro, y tengan claro sus talentos, como ponerlos en valor y trazar sus propios planes.

¿Por qué recomendarías hacer este curso?

En primer lugar, porque es una gran oportunidad que brinda la Escuela de Talento Femenino en el inicio de su trayectoria, y en segundo lugar, es un estimulo para dar un paso adelante hacia las propias metas, y es hacerlo sintiéndose acompañadas y apoyadas, no sólo por la atención y los recursos que les vamos a brindar, sino también por hacer red, equipo, junto a las propias compañeras, de las que aprender, compartir y sumar sinergias que les ayudaran a avanzar y evolucionar en sus proyectos vitales. Juntas es mejor.

Añadir, que un programa de mentoring, si bien tiene una parte definida y estructurada, es un modelo abierto a la experiencia de cada participante, flexible y donde la prioridad será conseguir marcar una diferencia positiva entre la primera y la ultima sesión.

Es una propuesta para mujeres atrevidas y comprometidas consigo mismas y con muchas ganas de trabajar para conseguir sus sueños, que no son otra cosa, que escalar sus propias cumbres.

Actualmente se escucha mucho la palabra empoderamiento ¿Cómo lo definirias?

Lo más importante de la palabra empoderamiento es que incluye la palabra poder, poder personal, poder sobre una misma y utilizarlo para guiar nuestro proyecto de vida. Es ganar control sobre mis propias decisiones y vivirla según mis criterios y valores, aunque (a veces) no se ajuste a lo que se espera de mi.. Significa responder a mis propias expectativas, respetarse a una misma y actuar en consecuencia.

Empoderarse no es aquello de “venirse arriba” y arramblar con todo y todos..porque la sumisión y el miedo, se expresan tanto de forma pasiva como de forma arrogante y altiva.

La sumisión se aprende, el miedo se aprende y el empoderamiento también se aprende.

Aprender a empoderarse es un acto de coraje y valentía, con este curso les proponemos a las mujeres que tengan el atrevimiento de apostar por si mismas, por sus propios proyectos de vida. Y van a aprender a hacerlo con metodología. En él queremos combinar la pasión por avanzar con una metodología para hacerlo, dentro de un marco de perspectiva de genero, libre de estereotipos para que emerja, natural y auténticamente, el talento de cada mujer.